Travesía de Sensaciones en una Copa

Elegir un buen vino es sumergirse en una travesía hipnotizante de sensaciones y de historia, que mientras más se conoce nos invita a descubrir los elementos que le dan forma. Para hablar de vinos hay que probarlos, dejarse seducir con el coqueteo de sus destellos violáceos, rosados o verdosos, para después sumergirse en un espacio íntimo donde el tiempo se detiene para sorprender a los sentidos.

No basta con probar las uvas para entenderlas, también es recomendable conocer la región del cual proviene, porque así como el proceso de crianza influye en el resultado final, el terroir es responsable de darle a las uvas características únicas e irrepetibles aún para la misma cepa.

En Casa Madero, la famosa productora de vinos mexicanos reconocidos a nivel mundial, cultivaron sus primeras vides en 1568, y hasta la fecha cosechan distintas distintas variedades de uvas, como la Cabernet Sauvignon, Shiraz, Merlot, Chenin Blanc y Chardonnay. Sus sabores llenan el paladar de sensaciones y recuerdos, que nos atrapan con el romanticismo del casco de la hacienda.

La Cabernet Sauvignon es una de las uvas tintas más conocidas en el planeta. Es una variedad que se adapta a diversos suelos, climas y latitudes. Se reconoce por su tono rojo intenso, así como por sus aromas frutales, florales y herbales, los cuales se vuelven más complejos con la crianza, por lo que con ella se crean vinos de gran expresión que retan al paladar.

El Casa Grande Cabernet Sauvignon se marida excelente con mole y adobos, así como con lasaña, quesos semimaduros, carnes frías y filete mignon, pero también con postres con chocolate semiamargo. En tanto, su vino blanco Casa Grande Chardonnay acompaña a las carnes blancas y salsas cremosas, así como chiles en nogada, sopa de cebolla y pavo relleno con frutos secos.

Su vino tinto Shiraz es ideal para maridar con platillos complejos, adobados y moles afrutados, así como el magret de pato, filete en salsa de champiñones, ternera con salsa de ciruela y enfrijoladas; así como el Cabernet Sauvignon, y el gran reserva.

El Casa Grande Chardonnay cuenta con gran expresión aromática de frutos como chabacano, manzana, almendras, pasas y piñones, resulta maravilloso junto a los chiles en nogada y pavo relleno con frutos secos. Su amplio final en boca, deja un agradable paso de especias y fruta deshidratada.  Su rica textura en el paladar abraza los labios y recorre con calidez la boca, llenándola de un revoloteo de sabores y sensaciones.

El Casa Grande Chardonnay es un fresco vino blanco nombrado así en honor al casco de la hacienda. Su particularidad es que las uvas se cosechan de noche para maximizar la concentración de aromas. Después de pasar seis meses en barrica de roble francés, se obtiene un vino amarillo paja con tonos dorados, cargado de gran expresión aromática de frutos como chabacano, manzana, almendras, pasas, piñones, y con tonos de madera embebida con miel y vainilla. Su amplio final en boca, deja un agradable paso de especias y fruta deshidratada.

Los vinos de Casa Madero son el legado del trabajo de generaciones y de sus características inigualables del terroir, así como el trabajo de sus expertos enólogos que trabajan para crear vinos realmente sorprendentes.

 

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«El Casa Grande Cabernet Sauvignon se marida excelente con mole y adobos, así como con lasaña, quesos semimaduros, carnes frías y filete mignon».

APASIONADA DEL BUEN VIVIR