En el rincón donde el árido desierto de Baja California se encuentra con las aguas profundas del Mar de Cortés, el Hotel Hacienda del Mar, Autograph Collection, emerge como un oasis de encanto mexicano. Aquí, las arenas doradas se deslizan hasta rozar las puertas del hotel, donde la arquitectura colonial se alza como un homenaje a tiempos antiguos.

Los muros encalados y los tejados de barro abrazan a quienes llegan, invitándolos a adentrarse en un espacio donde el tiempo parece aquietarse. Sus habitaciones, vestidas en tonos cálidos y maderas oscuras, acunan el alma con una mezcla de tradición y comodidad. Desde las terrazas privadas, la mirada se pierde entre la espuma blanca que besa la orilla y los jardines que, con sus flores vibrantes, parecen susurrar historias del viento.

El sonido del agua acompaña cada rincón. Fuentes que murmuran, charcos de luz que se mecen entre las hojas de las palmeras y piscinas que parecen fundirse con el horizonte crean una atmósfera hipnótica. Cada paso revela un nuevo rincón donde la calma se instala: un banco a la sombra de un árbol centenario, una escalera de piedra que desciende hacia la playa, o un mirador desde el que el sol se despide en tonos naranjas y malva.

La gastronomía en Hacienda del Mar es un viaje sensorial. En Pitahayas, la cocina se convierte en poesía, donde los sabores mexicanos se entrelazan con delicadas notas asiáticas. El chef, inspirado en ingredientes locales, crea platos que despiertan los sentidos y celebran la riqueza culinaria de la región. Mientras tanto, en De Cortez, el aroma de la leña perfuma los cortes de carne, que se disfrutan bajo un cielo que se enciende con tonos ámbar al atardecer. Cada bocado se convierte en un encuentro entre el océano y la tierra, una experiencia que se graba en la memoria.

Las aguas del spa acogen a los visitantes en un abrazo reparador, mientras las manos expertas del equipo tejen un tapiz de calma con ingredientes naturales de la región. Masajes inspirados en antiguas técnicas mexicanas se combinan con extractos de plantas del desierto, dejando la piel suave y el espíritu en paz. Afuera, las piscinas parecen fundirse con el horizonte, espejos líquidos que reflejan el paso de las nubes y la luz cambiante del sol.

Para quienes buscan explorar, el desierto invita a recorrer sus senderos polvorientos, donde cactus centenarios se alzan como guardianes del paisaje. Los amaneceres iluminan las formaciones rocosas con tonos dorados y ocres, mientras las aves planean en el cielo infinito. En el mar, las ballenas emergen en su danza ancestral, y los lobos marinos se asoman entre las olas como vigilantes curiosos.

Los amantes del golf encuentran en Cabo del Sol un campo que serpentea entre riscos y dunas, con vistas que cortan la respiración. Las calles de pasto verde se abren paso entre el desierto y el mar, ofreciendo un desafío técnico rodeado de una belleza indescriptible.

El Hotel Hacienda del Mar es un rincón donde las memorias se escriben con sal marina en la piel, donde las olas narran cuentos de lejanía y donde cada instante se viste de magia bajo el cielo de Baja California. Es el abrazo cálido del sol sobre la piel, el sabor de la brisa en los labios y el murmullo del mar que, incesante, invita a soñar.

HOTEL HACIENDA DEL MAR
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APASIONADA DEL BUEN VIVIR