Este año siguiendo con la tradición, el Hotel Matilda de San Miguel Allende nos compartió el regocijo de celebrar al Amor y la Amistad con un agasajo en grande. Sinceramente, ‘se volaron la barda’ con su Cena Erótica en su quinta edición, al invitar a estelarizar sus fogones a una de las jóvenes chefs más creativas y talentosas de estos momentos, Enid Vélez.

Impregnada del gusto total por el arte y en este caso, con una atmósfera de erotismo aunada a la pasión culinaria, la velada comenzó con un recorrido del icónico espacio de ‘la biblioteca’ del hotel para admirar una exclusiva colección de piezas de arte erótico entre escultura, pintura, fotografía e instalación, curada magníficamente por el famoso galerista Oscar Román.

Allí mismo, se llevó a cabo una experiencia inmersiva y alentadora a los sentidos del olfato, el tacto y el gusto, para experimentar una sesión mágica e ilusoria llena de sensualidad y erotismo con esa elegancia y afición por el lujo que caracteriza al hotel Matilda.

Su restaurante Moxi como siempre, fue el marco de esta celebración en la que la chef Enid Vélez nos brindó una muestra de su maestría y conocimiento profundo de la técnica y producto. La chef tamaulipeca de origen y tabasqueña de corazón debido a una residencia prolongada por esas tierras, actualmente tiene su mejor escenario en el Hotel Círculo Mexicano en la CDMX desempeñando un estilo de cocina honesta, inspirada en la cocina regional y casera a la que imprime el toque contemporáneo brillantemente. 

Producto local, frutos del mar y una técnica depurada se traducen en el equilibrio de sabores y condimentos que ella sabe mezclar con destreza, para dejarnos distinguir sabores auténticos y resaltar su esencia original. 

¨Para muestra un botón¨ y nos convidó un menú de 5 tiempos que francamente arrancó aplausos y reconocimiento de los comensales que allí tuvimos oportunidad de conocer sus alcances gastronómicos.

Todo empezó con cocteles tequileros clave, diseñados por los mixólogos de Casa Dragones para preparar los paladares antes de vivir una degustación de platillos memorables. Una oda a los grandes tequilas de esta firma destinada a la destilación premium de un producto tan fino como es nuestra bebida nacional por excelencia.

De entrada, en las mesas y por todo el espacio de Moxi abundaron los detalles y adornos sugestivos como la ameritaba la ocasión; tonos, negro, rojo y metálicos destacaron en la ambientación, así como veladoras y alguno que otro gadget erótico por ahí.

La cena incluyó una ostra con aguachile rojo maridando con vinos atinadamente sugeridos por la encantadora Aurelie Skorupa como el Chateau Domecq Rosado; un tiradito de atún con coco, maracuyá y habanero acompañado de un Lusco Albariño de Rías Baixas. Luego llegó un hummus con hoja santa, garbanzo, salsa macha, avellanas y chicatanas rociado con Chateau Domecq Blanco, para continuar con un tamal abierto de lengua y mole alcaparrado con aguacate tatemado y quelites en inmejorable compañía de un tinto Domecq.

Finalmente, el postre fue una versión de Enid del pastel de tres leches con Rosita de Castilla, bizcocho de almendra, frutos rojos y cacao, armonizado con un Cava Vilarnau del Penedés.

La parte amena corrió por cuenta del playlist de un Dj local que puso el ambiente hasta tarde.

Matilda se refrenda como el hotel de las experiencias y eventos de lujo por derecho propio en San Miguel de Allende, con una curaduría y la más elevada creatividad para satisfacer y consentir a sus clientes y visitantes. No en vano eso le ha merecido obtener el galardón de la LLave Michelin de la prestigiosa guía de excelsa gastronomía, misma que dedica un reconocimiento aparte para el rubro de la hospitalidad.

MATILDA HOTEL
W. hotelmatilda.com

APASIONADO DEL BUEN VIVIR