Con hermosas vistas panorámicas, clima templado y una población amable, Vancouver es un desbordante puerto marítimo en la costa oeste de Canadá, y es reconocido en todo el mundo por ser una atracción turística y además por ser considerado como uno de los mejores lugares para vivir.
En pleno corazón de Vancouver se ubica el histórico Hotel Georgia, uno de los puntos más chics de la ciudad. Más que un hotel, se trata de uno de los puntos de referencia más importantes, pues desde hace más de un siglo está repleto de historias que contar. A lo largo de los años, el hotel ha sido un recinto para recibir a la élite social y para quienes gustan de forjar grandes recuerdos, actualmente, las huellas del paso de los años han creado un ambiente de elegancia clásica en combinación con toques contemporáneos, como un homenaje a los buenos momentos que han nacido en sus instalaciones.
Parte fundamental del hotel es su sótano, un lugar que nos transporta a un ambiente vibrante, un santuario donde se rinde homenaje a los sentidos. En él se encuentra Prophecy, que más que ser un bar de cócteles de alta gama, se trata de un auténtico portal al pasado, donde se comparten historias con el sabor de su exclusivo menú de cócteles.
Su nombre es la unión entre el pasado y el futuro, es la fusión entre la historia antigua y la que está formándose, es un coqueteo con un posible futuro que se forja con los pasos del pasado. Entre sorbo y sorbo, la atmósfera de Prophecy propicia el arte perdido de la conversación, de reavivar conexiones y crear nuevos recuerdos, pues es así como se profetiza lo que vendrá en el futuro.
Prophecy está inspirado en escritores, poetas, músicos y artistas, y cada sección de su menú crea un espacio para contar una historia distinta, guiada por los sabores de los cocteles, divididos por diferentes sabores, técnicas y estilos. Para identificar la bebida preferida, el bar ha creado una leyenda para cada estilo: el rojo, para los espirituosos; el amarillo, para los refrescantes; el verde, para los herbáceos; y el rosa para los exuberantes.
En el espectro rojo está Souvenir 26, preparado con whisky canadiense premium de Alberta abejas, Lagavulin 8, mezcla de pasilla y humo, es un coctel que nos habla de las cosas que traemos a casa con nosotros, tanto en nuestras maletas como en nuestros corazones. En los verdes, Basho nos recuerda al inicio del otoño y al mar esmeralda, a la conexión que tenemos con la naturaleza, por su mezcla de hoja santa, lima, seedlip garden y gyokuro; en los amarillos, Northern Lights, preparado con Tanqueray no 10, te labrados, aceite de uvas, limón y flor de sauco, y nos habla de las almas que ya no están con nosotros pero que nos guían, que nos recuerdan los grandes amores incluso en las noches más oscuras; en la parte rosa, Velvet Glove nos recuerda la fuerza de la suavidad y el poder la elegancia, con su combinación de Tequila Añejo, jerez, espresso, reishi, especias y crema.
Para acompañar los cocteles y las pláticas, hay platos como ostras, Dumplings de Wagyu con salsa Nam Jim y cebollines; patatas fritas con trufa, queso parmesano, aceite de trufa y alioli de ajo; langostinos al ajillo, pimientos shishito, ajo crujiente, cebolletas y cilantro; salmón Aburi, mayonesa kewpie quemada, cebolletas y jengibre encurtido; y de postre, Mousse de chocolate oscuro.
BAR PROPHECY
W. prophecybar.com