La isla principal de Okinawa es sólo una de las más de 160 que componen la prefectura de Okinawa, un archipiélago que se arrastra como un collar de perlas hacia Taiwán. Playas de arena blanca intacta bañada por mares azules al borde de prístinos sitios de buceo ha convertido a la isla en uno de los destinos favoritos de los japoneses dentro de su país y su fama mundial se debe en gran parte a la casi mitológica longevidad de sus habitantes.

Nuchigusui significa “medicina de la vida”, un concepto filosófico utilizado para referirse a la cocina y otros aspectos de la vida en Okinawa, y es este énfasis en el bienestar y el ‘mindfulness’ que le ha permitido a esta paradisíaca isla convertirse en un edén del wellness. The Ritz-Carlton, Okinawa es un edén sensorial; un espacio tanto de aventura como de relajación.

Con las lujosas bicicletas eléctricas del hotel me aventuré a descubrir las tranquilas calles de las islas, con su exuberante vegetación y antiguos mausoleos en las montañas, y recorrí diversas playas – un sin fin de colores turquesas, azules y verdes brillando bajo el sol y cielo despejado.

Un túnel de bambú y un exuberante jardín nos conducen a The Ritz-Carlton Spa, Okinawa, un retiro de dos niveles adyacente a un bosque primitivo. El entorno es perfecto para experimentar la variedad de tratamientos que destacan los ingredientes autóctonos, incluida la planta Getto y las conchas de almeja tigre, y las prácticas curativas locales, como el de-tox Yambaru Umikaji. Con una piscina de vitalidad, cabañas de relajación, una sauna seca y una sala de vapor japonesa con azulejos de coral, el spa ofrece un refugio tranquilo donde los huéspedes podemos pasar todo el día, sumergidos en un mundo de paz. Un masaje de lujo bajo las copas de los árboles es un suave recordatorio para dejarnos llevar y simplemente disfrutar.

The Ritz-Carlton, Okinawa es una joya arquitectónica y diseño. Espejos de agua reflejan el cielo azul y las habitaciones y suites de cinco estrellas tienen vistas al tranquilo campo de golf y al mar de China – un paraíso encontrado. Aquí, las mañanas comienzan con una divertida jugada de golf en el Kanehide Kise Country Club y las tardes se saborean con una indulgente ceremonia del té. 

En Okinawa, la comida también se conoce como kusuimun, literalmente “medicina”, porque se cree que una dieta equilibrada tiene tanto impacto en el cuerpo como las medicinas tradicionales. Con fuerte énfasis en experiencias culinarias únicas, The Ritz-Carlton, Okinawa nos deleita en sabores locales e internacionales.

Desde el horario de la tarde, en el Lobby Lounge & Bar podemos disfrutar de pasteles de temporada y el té de la tarde frente al hermoso mar verde esmeralda y el campo de golf, hasta el horario del bar nocturno, donde fluye el sonido de una guitarra acústica; momentos auténticos de Okinawa.

El restaurante GUSUKU ofrece una experiencia gastronómica al interior y exterior durante todo el día que incluye un delicioso desayuno con platos occidentales y locales auténticos. Durante la cena disfrutamos de música en vivo con Sanshin, un instrumento musical tradicional de tres cuerdas.

En GUSUKU tuve el placer de disfrutar de una experiencia shabu-shabu de lujo. Un platillo exquisito que permite a mentes creativas jugar con elementos tradicionales y modernos, el shabu-shabu es todo un arte. La manera en la cual se cocina los cortes finos de carne dentro de la olla de metal es agarrarla delicadamente con palillos chinos y pasarla por la sopa fermentada gentilmente solamente por unos segundos. Cocida a término medio, la carne es jugosa y sabrosa, rápidamente absorbiendo el sabor de la sopa.

El Ritz-Carlton Club Lounge es la única experiencia de este tipo en Okinawa. El acceso solo está disponible para aquellos que poseen una llave, brindando el más alto nivel de exclusividad y lujo a los visitantes más exigentes. Los huéspedes que reserven una habitación o suite con acceso al Club están invitados a disfrutar de servicios y ofertas únicos, incluido un conserje dedicado que está disponible para ayudar con las reservaciones y los arreglos de transporte, Internet de cortesía dentro del Club Lounge y una estación interactiva del chef con múltiples opciones culinarias y presentaciones a lo largo del día, todas ofrecidas con un telón de fondo de impresionantes vistas de Yanbaru y del campo de golf.

Combinando la calidez de la cultura local con la impresionante belleza de las colinas y el mar circundantes, The Ritz-Carlton, Okinawa es un edén de bienestar y excelencia culinaria donde el lujo se expresa a través de un espíritu atento y filosofía de mindfulness exquisita.