Haciendo honores a la traducción de su propio nombre en inglés, con referencia al Cabo San Lucas, el destino más icónico al sur de la península bajacaliforniana, definitivamente podemos afirmar que The Cape A Thompson Hotel, gestionado por Hyatt, no es sólo una propiedad más, es una joya de la corona de la reconocida y exitosa cadena estadounidense.
De hecho, fue el primero que abrió sus puertas en México en 2015 fuera del entorno urbano tradicional de sus hoteles, al que tiempo después se han sumado tres más: The Thompson Playa del Carmen en sus ediciones The Main House y The Beach House, además del Thompson Hotel Ixtapa Zihuatanejo, en Guerrero.
SENSACIONES GRATAS
Hace tiempo que no revivía la experiencia de sentirme inmerso en una magia tan envolvente sumada a un aire de libertad total que abrazó a mi espíritu viajero, como cuando llegué a este fabuloso hotel boutique en concepto, pero con dimensiones y espacios que te hacen vibrar con amplitud de movimiento y expresión, inigualables…
La vista plena del Mar de Cortés desde el vestíbulo abierto con una refrescante corriente de brisa marina, enseguida halagan a uno al arribar desde el motor lobby a través de un camino escoltado por exuberante vegetación, para empezar a descubrir múltiples detalles especiales que captan nuestra atención; es una sensación que a veces no se puede describir, simplemente basta con gozarla, sentirla y vivirla.
DISEÑO Y ESTILO PROPIOS
Un gran aplauso a aquellos talentos de la arquitectura, el diseño y el interiorismo que hicieron posible este gran proyecto y dieron forma y vida a la magnífica edificación convertida en un concepto, en un destino en sí mismo.
Es innegable la experiencia y visión sobre las tendencias en construcción, ambientación y funcionalidad que le dieron ese aire de nostálgica elegancia retro, y a la vez el sentido más contemporáneo, a su creación final.
Como base del diseño de la propiedad, tanto la célebre fuerza creativa de Javier Sánchez y Benedikt Fahlbush de JSa Arquitectura, como la perfecta mancuerna con la interiorista Marisabel Gómez Vázquez por parte de BPBI, imprimieron acentos de la estética moderna inspirada en el estilo de la Baja California Sur de los años sesentas, conjugados con destellos del barraganismo y de John Lautner, para obtener la sensibilidad de lujo urbano sinónimo de los Thompson Hotels.
Esto les permitió complementar magníficamente la obra mediante la combinación de materiales orgánicos y modernos a la par, desde los espacios comunes, hasta todas y cada una de las habitaciones, suites y villas del conjunto.
Varias obras de arte en diversos formatos y expresiones visten a lo largo y ancho del lobby principal todo el contexto, en una secuencia donde se fusionan todos los elementos, siempre en convivencia visual junto con el mar y la arena.
Ejemplo de ello, es una monumental escultura con la figura de una ballena gris tallada en un enorme bloque de madera flotante recuperado, que te recibe y despide en el acceso principal. Confieso haberme quedado extasiado admirándola por varios minutos.
Asimismo, expresiones de arte fotográfico vintage con imágenes del surf en las playas de Malibú, alfarería y cerámica fina mexicana por parte del artista tapatío José Noé Suro, juegan con el mobiliario realizado por artesanos nacionales con un diseño original y exclusivo para The Cape.
ESTÉTICA Y EFICIENCIA
El registro es tan eficiente, amable y veloz que apenas y se siente, mientras terminas de saborear una bebida de bienvenida con notas cítricas; una clara muestra de mixología original salida de la barra del Sunken Bar adyacente, donde es casi irresistible hacer una escala para disfrutar además de tragos de autor que están de aplauso, una de las mejores vistas que se puede tener a la distancia del icónico Arco del Cabo, esculpido en la roca de granito por el mar y el viento durante miles de años.
El hotel está enclavado en la Playa Monumentos, famosa entre el mundo de los surfistas aficionados, que es una franja de blanca arena a lo largo de la costa del corredor de Los Cabos favorita para practicar ese deporte. Su reputación como uno de los spots de alojamiento de lujo más deseados del rumbo, se debe a la inmediatez del edificio principal con la orilla del Mar de Cortés, ubicado a tan sólo unos cuantos pasos.
DISFRUTANDO A GUSTO
Pasamos a la habitación, entre las 157 que conforman su capacidad total de alojamiento, donde gratas sorpresas nos esperaban, como una espaciosa área de dormitorio diseñada e intervenida con mobiliario de esencia latinoamericana hecho a la medida con maderas locales y colección de piezas de arte provenientes de muchas partes del mundo. Todas cuentan con terrazas y balcones privados con impecables vistas al mar y al famoso arco que al final del día permiten observar inolvidables atardeceres.
Entre las múltiples amenidades y comodidades que encuentras en la habitación desde que llegas, una botella personalizada de cristal de tequila Realeza Mexicana de agave azul 100% producida en exclusiva para The Cape, te espera en compañía de algún complemento como botanas y golosinas mexicanas.
Blancos y ropa de cama de fina manufactura, como sus kimonos tejidos con hilos satinados son una delicia de confort y descanso para usar en la intimidad dentro de tu espacio privado. Unas tinas con hojas de cobre en el baño complementan la experiencia, así como algunas pequeñas albercas privadas de las suites, villas y residencias disponibles.
EL FACTOR SIBARITA
Elemento importante en The Cape es la gastronomía, que mejor representada no podía estar más que con la presencia de Manta, el restaurante especializado en productos de mar locales y de huertos sustentables de la región.
Cenar ahí es un imperdible y must para deleitarte en grande, con el sello inconfundible de la cocina mexicana creativa y otros platos inspirados en cocinas de todo el Pacífico como la de Perú y Japón muy de vanguardia, con una carta que ofrece especialidades con autoría del galardonado chef Enrique Olvera, quien también puso la pauta de platillos servidos en el Sunken Bar y en la terraza del rooftop del hotel.
Por otra parte, el restaurante The Ledge ofrece una variedad continua de platillos americanos y de cocina mexicana contemporánea, desde el desayuno a la cena y en un ambiente luminoso que más bien te recuerda una casa de playa muy a la mexicana.
El rooftop en el sexto piso de la propiedad es el sitio de reunión favorito al atardecer, con dos barras disponibles rodeadas de muebles ‘hundidos’ y juegos de agua, donde puedes tomar los aperitivos o disfrutar de catas de mezcales, vinos y otras bebidas, además de la charla entre amigos y un playlist de música tipo lounge con un tono y volumen más que adecuado.
PARA CONSENTIR, ACTIVAR O DESCANSAR
Si de indulgencia y bienestar hablamos, el Spa Currents es uno de los mayores orgullos del equipo constructor e interiorista, ya que sus logros fueron más allá en el terreno de crear un espacio fuera de serie. Con un sentido de intimidad se instalaron sólo siete salas privadas para tratamientos con una sofisticación relajante e iluminación tenue que apenas baña unos muros en tonos grises marengo oscuros, permitiendo mimetizarse con el entorno natural desértico de roca, arena y mar.
Allí puede uno gozar desde un auténtico baño turco, el sauna y pozas de agua caliente y fría que conforman el recorrido por las áreas húmedas, así como piscina privada y ducha de lluvia en la cabina para parejas, amén de dos cabañas más con vista al mar para tratamientos al aire libre que también están disponibles.
El gimnasio está dotado con equipo de alta tecnología para asegurar el máximo aprovechamiento de tu rutina fitness, así como la oportunidad de practicar diversas sesiones de yoga en distintas experiencias y formatos.
En el hotel puedes también disfrutar dos albercas infinitas, una de ellas, por cierto, construida sobre una formación rocosa natural. El menú de actividades que te recomiendan los expertos del hotel en estas lides y que puedes contratar individual o grupalmente son: el buceo, surf, snorkel, paracaidismo, tirolesas, excursiones al desierto en karts y más.
Un excelente servicio, trabajo en equipo y la calidad de sus productos e instalaciones, me hace pensar que definitivamente este hotel va un paso más allá de lo que el mundo hotelero de alto nivel está ofreciendo a sus huéspedes.
Hoy día el concepto del lujo hotelero se traduce más que nada en las vivencias únicas, personalizadas e inolvidables que uno tiene a la mano para hacer nuestra estancia simplemente, inolvidable…Atrévete a vivir la experiencia del lujo indulgente en The Cape, un destino por excelencia al extremo de la Baja Sur.