Pronto se ha ido colocando como referente culinario al sur de la ciudad el nuevo centro comercial de la Torre Mitikah, ya que desde su reciente apertura unos meses atrás no deja de sumar locales y experiencias gastronómicas que están marcando la pauta en novedad y tendencias del ámbito restaurantero.

Para empezar, bajo el proyecto permanente del área de Gastronomía Palacio por ofrecer constantemente propuestas de cocina impecables y vivencias de sabor memorables, su restaurante Zubieta con cocina de especialidades al interior del Palacio de Hierro Coyoacán, está ofreciendo desde hace varias semanas un festival digno de aplauso y que no se pueden perder, ya que todavía tiene poco más de un mes de vigencia todavía.

Los protagonistas no podían ser sino dos de las máximas revelaciones jóvenes que están revolucionando la escena culinaria mexicana con sus propios estilos y que guardan fuerte vínculo con nuestra tierra y tradiciones, Thalía Barrios procedente desde su restaurante Levadura de Olla en Oaxaca y Gustavo Macuitl del Molino Macuitl en la entidad poblana. 

Ambos elaboraron en conjunto un menú de seis tiempos que nos dejó con la boca abierta por su innovación y creatividad en platillos tan mexicanos como el chile, pdero con unas bases sólidas de técnicas tradicionales heredadas y las adquiridas en su aprendizaje frente al fogón.

Thalía presentó tres platos de su inspiración como la sopa de quelites de campo con elote tierno y flores de calabaza; tamal de barbacollita, hecho con una receta tradicional de la sierra del sur de Oaxaca, con carne de cerdo, pollo, maíz quebrado, adobado con una mezcla de puya, guajillo y costeño; y mole de Guayaba con camarón colosal y coliflor capeada, hecho a base de chile costeño, almendra, ajonjolí y miel. Por su parte, Gustavo ofreció una entrada y dos postres: chile caribeño, relleno de pavo, chilacayote en escabeche y salsa de frijol con hoja de aguacate y cilantro criollo; sorbete de maracuyá, con xoconostle cristalizado, sal de gusano, chapulines y mezcal; y el buñuelo rebosado en pinole, con helado de limón y compota de mango con cardamomo. Vale muchísimo darse la vuelta por ahí. Se los recomiendo quedarán sorprendidos por el talento culinario de estos dos jóvenes cocineros mexicanos.

APASIONADO DEL BUEN VIVIR