Hay experiencias de las que se desconoce lo valiosas que son hasta que nos atrevemos a vivirlas, hasta que se toma la decisión de convertir la fantasía en realidad, como la de volar en un jet privado. La primera vez abordo de una de estas aeronaves es totalmente inolvidable: la imaginación vuela libremente, pero está lejos de acercarse a la increíble sensación de cruzar el cielo rodeados de lujos y atenciones. 

La aventura comienza con la asesoría especializada y el servicio cordial y personalizado de Fly Across, la compañía que posee la flota aérea privada más moderna y lujosa del país. En su página web es muy fácil escoger el tipo de aeronave que mejor se adapta a las necesidades del viaje, con una gran variedad de diferentes capacidades, tamaños y características, desde pequeños jets para viajar solos, con 8 personas y hasta helicópteros. Otra opción de reservación es mediante la APP Fly Across, con la opción Available Flights para visualizar los destinos disponibles, las aeronaves y las fechas, además de que es un medio perfecto para estar al tanto de las promociones y descuentos exclusivos.

En cuanto se llega al aeropuerto, un mundo de fantasía hecho realidad se abre paso: por ser una zona privada se puede ingresar en vehículo hasta la zona de aterrizaje y de despegue, sin que haya ningún tipo de obstáculos ni retrasos; en el enorme hangar, los aviones lucen bellos e impecables; mientras que la sala de espera es iluminada por la luz natural que cruza los enormes ventanales. Aunque no se tenga ningún motivo para esperar, la sala es tan acogedora que nos invita a pasar un momento en ella, leyendo alguna revista o saboreando el café recién hecho. 

Para abordar el avión no se pasa por ningún tipo de demora, Fly Across tiene todo listo para recibirnos con todo tipo de mimos, incluyendo una tripulación eficiente y amable que está preparada para hacernos sentir como estrellas. 

La mejor manera de describir la experiencia de volar con Fly Across se reduce a una palabra: asombroso. No sólo la atención es impecable, sino que la estética de los aviones sobrepasa cualquier idea que se tenga. Los interiores son cómodos y glamorosos, con asientos mullidos y reclinables, con una iluminación suave que nos recuerda a los hoteles de lujo, con delicados acabados en maderas y por supuesto, un servicio de alimentos y bebidas espectacular, con la opción de poder diseñar el menú que más nos plazca, y maridarlo con diversas opciones de vinos o descorchar el que decidamos llevar. Tan cómodo como es el interior es la atención que se brinda, pues hay una azafata dedicada a convertir el vuelo en una experiencia inolvidable. 

Además de todas las comodidades con las que nos reciben desde mucho antes de abordar, Fly Across nos da el mejor regalo: aprovechar el tiempo haciendo lo que más nos gusta, en lugar de verlo pasar haciendo filas y en largas esperas en el aeropuerto comercial. La privacidad y la tranquilidad sólo compite con la sensación de sentirnos dueños del cielo, mientras nos asomamos para ver el cielo que se abre a nuestro paso.

APASIONADA DEL BUEN VIVIR