“Acapulco al atardecer parece un bálsamo; entra en la sangre como una droga después de una inhalación del aroma de las flores, un atisbo de la bahía iridiscente como la seda, la puesta del sol como el interior de una concha, tanto como la carne de Venus.” Anais Nin.
En este mágico destino de Acapulco, nos encontramos con Tony’s Bistro. Fusionando lo mejor de las tradiciones asiáticas y francesas, con toques únicos y maravillosos platillos de creación del chef Erik Nguyen, Tony’s Bistro está en evolución constante. Logrando a la exquisitez tradicionales platillos, el chef también ha experimentado con nuevos y deliciosos sabores, creando una cocina innovadora.
Erik Nguyen nació en París un 17 de agosto en 1954, influenciado por dos culturas: la francesa por su madre, y la vietnamita por su padre; dos fuentes culturales que se mezclan en sus orígenes y que le aportan un acervo gastronómico que duraría toda su vida.
Con una amplia experiencia como chef, su liderazgo lo ha posicionado como uno de los mejores, su larga trayectoria en restaurantes y como chef privado lo ha llevado por todo el mundo consolidándose como uno de los más destacados discípulos del gran Auguste Escoffier. Hoy en día, nos deleita con sus increíbles platillos en “Tony’s Bistro” en Acapulco Guerrero, donde experimentamos esta sublime muestra gastronómica resultante de la fusión Franco-Vietnamita.
Este hermoso restaurante tiene la mejor vista a la Bahía de Acapulco de toda la ciudad. Un impactante mural, cuyos colores cambian y juegan con nuestra perspectiva, decora las paredes del bistró e impresionantes obras de arte lucen en sus altas columnas blancas. La experiencia es amenizada con suave música en vivo del DJ, y durante las cenas se disfrutan de mágicas veladas bajo las estrellas, siempre en compañía del delicioso clima de Acapulco.
Logrando a la exquisitez tradicionales platillos, el chef también ha experimentado con nuevos y deliciosos sabores, creando una cocina innovadora.
Aquí, disfruté de los exóticos sabores de las alitas coreanas spicy con chile guajillo, la tradicional sopa de cebolla con queso gratinado, y los sabrosos caracoles ‘bourgogne’. Y claro que no puede faltar una invención Tony Rullán, el genio detrás de este único lugar; queso de cabra con miel de acacia y trufa blanca, un original manjar.
En Tony’s también podemos disfrutar de un menú de estación que aprovecha los productos más frescos de la época del año para crear platillos infinitamente seductores, como el sashimi de salmón estilo Nobu con soya, jengibre, aceite de sésamo, jugo de limón, aceite de oliva y semillas de sésamo, o la ‘thai eggplant’ con pimiento rojo, jengibre y salsa picante.
Cuando la buena comida y el gusto refinado cruzan sus caminos se crea un vínculo especial entre ellos, que convierte el comer en un arte y –como lo escribió Isabel Allende– en un acto de amor. Esto es lo que Tony’s Bistro es para mí: la unión de magnífica gastronomía, pasión por el arte culinario, un espacio como ninguno y un ambiente dinámico y seductor, donde cada instante es una experiencia de placer y asombro.