The David Citadel

Situada en una meseta en las montañas de Judea, entre el Mediterráneo y el Mar Muerto, Jerusalén es una de las ciudades más antiguas y fascinantes del mundo. Una ciudad santa, centro de peregrinación y objeto de devoción, sus sinuosas calles, majestuosos templos a imponentes fortalezas nos transportan en el tiempo y vuelven participes en la rica historia de Israel.

A unos pasos de la avenida Alrov Mamilla, la cual conduce directamente a una de las entradas de la Ciudad Vieja, la Puerta de Jaffa, se encuentra el punto de partida ideal para explorar la ciudad: The David Citadel. Un ícono del destino, el hotel tiene una ubicación privilegiada y una merecida fama.

Desde su creación en 1998, The David Citadel Hotel se ha convertido en el anfitrión oficial de estadistas, políticos y huéspedes del más alto nivel. El ideal portal para explorar y enamorarnos de Jerusalén, esta joya hotelera seduce con su estilo único y ubicación inigualable.

La piedra blanca de la ciudad rezuma historia, en el aire se respira cultura… un destino cuya belleza, importancia y magia atrae a visitantes de todo el mundo, Jerusalén es un mundo repleto de maravillas.

El hotel de once pisos tiene forma de herradura, cuya superficie interior hace eco de los grandes teatros de ópera, con balcones de habitaciones y suites que dan a la Ciudad Vieja y la histórica Torre de David. Los lados atenuados de la forma de herradura descienden en ambos lados, lo que permite que cada suite tenga un jardín en la azotea y su legendaria alberca al aire libre tiene una vista panorámica sin igual en el destino.

Originalmente diseñado por Moshe Safdie, ganador de la Medalla de Oro AIA, los espacios públicos bien planificados de David Citadel y las 385 habitaciones y suites lujosamente decoradas han recibido recientemente un lavado de cara por parte del renombrado diseñador italiano Piero Lissoni, quien introdujo la cálida atmósfera de Jerusalén a través de la iluminación natural, colores tradicionales y obras de arte pintadas por David Roberts en 1834.

La visión de Lissoni incluyó pisos de parquet de roble, vegetación abundante, luces suaves y telas texturizadas en una paleta de colores intensos que nos dan la bienvenida. Aquí, destaca un estilo neo-oriental que combina elementos arquitectónicos del Medio Oriente y la clásica piedra de la zona.

Abro la puerta de mi lujosa terraza e instantáneamente la vista me roba el aliento; ante mí se extienden, doradas bajo un sol brillante, las antiguas murallas de Jerusalén.

THE DAVID CITADEL JERUSALEM
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APASIONADA DEL BUEN VIVIR