SEDUCCIONES… ¡YO LA PEOR DE TODAS… SOR JUANA INÉS!

Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de los mismo que juzgáis. Canta Sor Juana por primera vez en una seductora obra operística al calor de sus amoríos con Dios, el Diablo del deseo y con la Virreina Lysi, a quien dedicó candentes versos la Décima Musa, la fundadora de la literatura latinoamericana: la voz más poderosa de la poesía en español.

En días de festivales es una sorpresa que el Festival Cultural de la UNAM haya comisionado una obra de gran formato, la ópera La sed de los cometas, un libreto basado en la novela Yo, la peor de Mónica Lavín, y con música de Antonio Juan-Marcos, quien se pone a la vanguardia de la música sinfónica dejando las fachadas folklóricas y nacionalismos musicales creando una obra suprema digna de cualquier festival internacional.

Entre la fe religiosa y la convicción científica de la vida de los cometas, que pueden o no ser augurios del mal o del bien, solo fenómenos celestes, bellos en cuanto más, asegura Sor Juana quien vive seducida por las artes y la literatura, así como por las circunstancias políticas que vive por la marginación de las mujeres en el Siglo XVII. 

Sor Juana hoy está más que de moda, es la bandera de los nuevos tiempos donde las mujeres viven un fenomenal y necesario empoderamiento. Cuando fue marginada la Décima Musa de sus pasiones intelectuales, dejó de escribir y como rebelión dejó para las futuras generaciones su lema Yo, la peor del mundo, la peor de todas.

Así la ópera toma la anécdota y la crudeza de sus circunstancias con una portentosa partitura musical a base del sonido de la clave (instrumento de madera poco utilizado en las sinfónicas) que rescata el sonido caribeño de nuestra música a base de ritmos y polirritmias fastuosos que recuerdan al gran Carlos Chávez, Silvestre Revueltas o los cubanos Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla, así como el brasileño Heitor Villa-Lobos, con una enorme vitalidad: sin duda ha nacido un compositor del post nacionalismo, sin folklore: Antonio Juan-Marcos.

Los diálogos que Sor Juana entabla en la ópera con su confesor, con el prelado científico, con la esclava novicia, dan cuenta de su interés por el encierro conventual y su seducción por las letras y las artes, los cometas: así como con su gran amor la virreina María Luisa Manrique, mecenas y admiradora de Sor Juana, con quien sostiene un apasionado romance que es bien fraguado musical y bien resuelto dramáticamente. 

Un gran drama musical histórico, pues las óperas no han sido bien logradas por los compositores mexicanos.

Interpretada por la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata y el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, bajo la batuta del experimentado José Areán, la ópera se presentó en la Sala Nezahualcóyotl con una sencilla pero bien lograda puesta en escena a cargo de Belén Aguilar, donde en medio de los músicos y coro transitaban los cantantes Cecilia Aguarte (soprano) como Sor Juana; Frida Portillo (mezzosoprano) como la virreina; Araceli Pérez (contralto) como la esclava; Enrique Guzmán (tenor) como Carlos de Singüenza y Góngora, y Rodrigo Urrutia (Barítono) como el confesor.

Esta histórica y seductora ópera tuvo tres representaciones del 30 de septiembre al 2 de octubre. Ojalá la lleven al Palacio de Bellas Artes.


¡Aplausos a la UNAM y elenco! 

SALA NEZAHUALCOYOTL
W. musica.unam.mx

APASIONADO DEL BUEN VIVIR