Barú; Paraíso en el Caribe Colombiano

Ubicado a poca distancia de la ciudad colonial de Cartagena de Indias, Barú es un pequeño y encantador archipiélago de origen coralino. Sus playas blancas y el agua cristalina invitan a los amantes del sol y la playa a sumergirse en este paisaje maravilloso. Este pequeño y encantador archipiélago de origen coralino es un pedazo de paraíso en la tierra. Aquí goce de una aventura de snorkel por coloridos corales, repletos de vida marina, y una una increíble buceada entre barcos hundidos y esculturas sumergidas. Los deleites del destino se encuentran por debajo y por encima de las olas.

Desde mi llegada a la costa de Barú atravesando las turquesas aguas del Mar Caribe Colombiano en barco comencé a deslumbrar a la distancia el resort Sofitel Barú Calablanca, jugando con los tonos y colores de la naturaleza que lo rodea. Con una propuesta de valor inspirada en experiencias que conectarán hospitalidad, cultura y biodiversidad en un solo lugar, convirtiéndose en el primer resort de playa de lujo en Colombia, este paraíso terrenal es el resultado de la visión de un grupo de inversionistas colombianos que vieron a Barú como un lugar para promover el turismo de lujo en los mercados internacionales.

Este fascinante complejo hotelero logra equilibrar el diseño arquitectónico con la naturaleza, apostando por la sostenibilidad ambiental. Los directores del hotel y Arquitectura y Concreto han estado en contacto constante con la comunidad local de la isla de Barú para trabajar de la mano con diferentes proyectos sociales y económicos que buscan fortalecer el desarrollo y crecimiento de la isla. En los diferentes restaurantes del hotel, se viven experiencias gastronómicas singulares y originales.

Disfruté de los frescos sabores de ingredientes locales en el Regional Fish Market del restaurante La Bahía, una creación del chef ejecutivo Patrick Guaus, ubicada en la playa con una exclusiva parrilla de cocción lenta. Aquí, deliciosos platillos combinan a la perfección con cócteles caribeños e integran elementos colombianos con sofisticación francesa.

El restaurante y bar Humo, solo para cenas, tiene un concepto de parrilla robata inspirado en la cocina japonesa, china, tailandesa, francesa y peruana. Los aromas de la parrilla acompañan al ambiente sofisticado e internacional de Humo, donde me deleité con manjares como  nigiris, tuétano con tomates deshidratados y el bonsái de chocolate.

En Sofitel Barú Calablanca viví días de sol, arena y descubrimiento. Horas de relajamiento total nos esperan en su excelente spa o en las terrazas de las espaciosas y preciosas suites. En la mía me dejé apapachar por una experiencia singular: un desayuno flotante, completo y delicioso, en mi propio jacuzzi, donde brinde con unas ricas burbujas por la vida.

APASIONADA DEL BUEN VIVIR