Donnafugata; los Vinos Volcánicos
El clima cálido, la brisa marina y el suelo volcánico rico en nutrientes que se extiende a los pies del Monte Etna, en Sicilia, contribuyeron a desarrollar una tradición vinícola muy arraigada en la zona, y que en la actualidad ha retomado auge con los grandes vinos de Donnafugata. La actividad volcánica que enriquece con nutrientes las laderas, junto con la herencia milenaria que ha sido transmitida por generaciones, han convertido a esta bodega familiar en un verdadero tesoro donde las vides crecen con un sabor inigualable y único en el mundo.
La intensa energía que nos envuelve en cuanto llegamos a Donnafugata, junto con el paisaje al que se integra con armonía, es parte de su encanto casi místico. En cada una de sus botellas de vino, se mantienen vivas las tradiciones y el amor a esta tierra tan especial.
Su nombre está inspirado en la novela de Tomasi di Lampedusa Titulada Il Gattopardo, y significa donna in fuga, o mujer en fuga, en referencia a la historia de una reina que encontró refugio en la parte de Sicilia donde hoy se encuentran los viñedos. Retomando las raíces artísticas italianas, las etiquetas de sus botellas son coloridas obras de arte creadas o inspiradas por la artista Gabriella Rallo.
Las laderas del Monte Etna son de tres tipos, la sur, la este y la norte, siendo la ladera norte la más reconocida por ser donde se elaboran los vinos tintos de mejor calidad. Aquí se ubican los viñedos de Donnafugata, en altitudes entre los 730 y 750 metros y que abarcan seis zonas con Denominación de Origen Calificada: Montelaguardia, Statella, Camporè y Calderara en el municipio de Randazzo, Marchesa y Verzella en el municipio de Castiglione di Sicilia.
Por su gran cantidad de microclimas, cada zona de producción refleja la perfección adquirida con el tiempo y el carácter de las uvas. Donnafugata captura la esencia auténtica del terroir y de la historia, pues son vinos que no se limitan a las sensaciones que generan, se trata de un estilo de vida. En sus viñedos se cultivan las variedades autóctonas más representativas y ricas de la zona, que son Carricante, Nerello Mascalese y en pequeñas cantidades Nerello Cappuccio.
La historia de Donnafugata empezó entre las colinas de Contessa Entellina, de ahí se expandió a Pantelleria, una isla volcánica entre Sicilia y África, donde se inició un proyecto innovador de viticultura local de gran calidad. Continuó hacia el sureste de Sicilia, a un territorio excelente para la producción de vinos tintos suaves con alma floral, capaces de innovar la forma en que se consume un vino tinto, en la zona de Vittoria, entre la meseta de Ibleo y el mar, tierra de una denominación histórica y prestigiosa que incluye el primer y único DOCG en Sicilia: Cerasuolo di Vittoria.
En la ladera del monte, las vistas son encantadoras. Entre las características de la bodega están su formación de terrazas y muros formados por la lava seca, cada flujo de lava ocurrido en diferentes períodos, determina la composición del suelo, además, su ubicación en la cara norte le brinda a los viñedos la cantidad de agua necesaria para su crecimiento. Los vinos de Donnafugata tienen un encanto mágico que nos maravilla, y sus etiquetas, llenas de movimientos y colorido, son parte de la alegría y energía que se vive en esta acogedora bodega, tan única como las vistas irrepetibles al volcán.
Donnafugata
W. visit.donnafugata.it
W. donnafugata.it
W. debybeard.com