
Fernando Pérez, Presidente de Pro-Vino en VINUM, Guanajuato
Presidente de Pro-Vino, Fernando Pérez Castro fue esta mañana San Miguelnese en el corazón de México el primer exponente de este conversatorio sobre el enoturiso, VINUM Guanajuato creado por la Secretaria de Turismo de este estado, Teresa Matamoros.Dentro de su exposición presentó el caso de éxito del Festival de las Conchas y el vino nuevo, un caso de éxito fantástico en donde el Chef Benito Molina narra este maravilloso proyecto en Baja California.La comida, las experiencias de viaje y el vino mexicano son los ingredientes perfectos para un evento de talla mundial.
Hablar de enoturismo no es prematuro, el vino mexicano está en desarrollo con grandes resultados. El desarrollo puede ser limitado en comparación con otras partes del mundo. Si entendemos de donde venimos, cual ha sido el rol del vino en la historia de nuestro país y cual es su realidad a partir de los indicadores de los últimos 15 años y con las referencias a nivel global, se podrá tener un contexto realista de lo que somos como industria hoy. México y el mundo, contrastes de una industria emergente.
El vino en México siempre ha sido elitista, pero tendríamos que omitir la historia para saber que siempre ha sido clasista, tanto eclesiásticas como políticas. La diversidad es muy importante también en la historia del vino, como en El Valle que hay más de 20 nacionalidades involucradas. Baja California tiene el mayor número de hectáreas plantadas, seguido por Querétaro y Guanajuato pero en comparación con el mundo por ejemplo Burdeos tiene 112,000 hectáreas plantadas y la Rioja 64,215 seguido de la Toscana y Mendoza. México tienen 6,868 hectáreas en total plantadas.El consumo por volumen a nivel global es Estados Unidos, Francia, Italia y Alemania en los primeros lugares de consumo en correlación directa con la producción en sus países. “Hablando Del Valle de Guadalupe, mi tierra, debemos de tomar tiempo para mencionar varias cosas.
El gran éxito de la región es que surgió y se desarrollo a la antigua, la gente que llegamos al Valle desde los 90-s llegamos para tener un lugar donde vivir, donde asentarnos como familia, tener una mejor calidad de vida y sobre todo tener contacto directo con la naturaleza. Sumado a esta manera de aproximarse a la vitivinicultura como un oficio entrañable, que solo puede existir por la pasión, este maravilla en El Valle se dio para que se convirtiera en este lugar tan cargado de emoción“, nos dice Pérez Castro apasionado a más de 100 asistentes a VINUM Guanajuato. “En el Valle se hace vino desde los 30-s pero en los 90-s se dio una gran proliferación en micro-proyectos. Al lado tenemos California, ¿ustedes creen que los Californianos tengan una necesidad de ir al Valle? Ya que muchos piensan que se debe a eso el auge de este terruño. Lo que sucedió es que la gente que llegamos y me incluyo lo hicimos primero con muchísimo cariño por la tierra, si no se tiene ese convencimiento de que podemos hacer vino de calidad no se puede tener enoturismo, no uno exitoso“, afirma Pérez Castro. El experto afirma: “El enoturismo debe de ser uno de los mecanismos para promover desarrollos sustentables, respetuosos del entorno y de su vocación. La riqueza gastronómica y la herencia cultural deber de ser grandes activos para consolidar de una forma más efectiva las distintas regiones vitivinícolas mexicanas. No hay enoturmso sin región, no hay región sin productores, no hay productores sin vitivinicultura, respeto y pasión“.