
La Tropicalización, una Forma de Globalización
La tropicalización es un proceso natural del cual se habla en pocas ocasiones o simplemente no se habla, pero que está presente cada vez más en Europa desde hace mucho, mucho tiempo. Tengamos claro que este proceso es lógico y tan antiguo como la alimentación del ser humano, cuando en tiempos remotos se trasladaban de isla en isla llevando sus alimentos y con ellos, las frutas con sus simientes, que posteriormente plantarían continuando así el proceso de adaptación hasta llegar a los continentes.
«Los mercadillos de frutas y verduras son el puente para acercar estos manjares a la mesa del nativo más cerrado».
Mucho tuvo que ver en esto Cristóbal Colón y otros navegantes, que en busca de nuevas tierras y de soluciones alimentarias para el Viejo Continente por encargo de los reyes, llevaron el Árbol del Pan (artocarpus altilis) del sudeste asiático, Polinesia y Oceanía. De las indias o América llevaron, por ejemplo, la patata, que fue fundamental para salvar de la hambruna a gran parte de los habitantes de Europa en los años difíciles entre 1845 y 1849.
El calentamiento global, es otro de los factores que tiene mucha influencia en el proceso de Tropicalización hoy en día, ya que facilita el proceso de adaptación de especies tropicales llamadas invasoras en el mediterráneo y que de alguna manera pueden constituir un peligro para las variedades autóctonas o sustituirlas en su inminente desaparición por la pesca indiscriminada, furtiva y sin paros biológicos tan necesarios, y que no cumplimos.
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Definimos por tanto que la tropicalización es un proceso que influye directamente en la alimentación y las elaboraciones de un país por muy alejado del trópico que esté, cuando le incluimos o sustituimos algún componente por otro de origen más cercano al trópico, uno de los ejemplos más representativo puede ser la transformación que sufrieron los “Éclair franceses” en España al convertirse en los “Palos catalanes”, o los famosos “Profiteroles franceses” al convertirse en el “Petisú español”, en el que se sustituye la mantequilla por Aceite de oliva Virgen Extra, haciéndolo más ligero.
Este proceso está hoy muy presente en la alta gastronomía, nos llegan nuevos productos de mano de la migración: aguacates, piñas, yuca, malanga, plátano de freír y otros, que ya están siendo aprovechados por los más ilustres cocineros europeos, y en la tele dan clases donde se incluyen dichos productos. También ya están presente en las cartas de los mejores restaurantes y en la llamada cocina de fusión, que no es más que la aplicación de nuevas técnicas, y la introducción de productos de otras latitudes o culturas. Los mercadillos de frutas y verduras son el puente para acercar estos manjares a la mesa del nativo más cerrado. No podemos resistirnos al proceso natural de la alimentación, así que continuemos la evolución que comenzó con el encuentro de nuevas civilizaciones y que forma parte de nuestra historia.
*Cocinero profesional y formador