Fatto a mano

Adentrarse en el mundo del vino es dejarse seducir por un romance en constante evolución. El saber beber empieza desde la elección de la copa, pues como reza el refrán, el buen vino se sirve en cristal fino, y para disfrutar del vino, el coñac y otras tantas bebidas, hay que hacerlo en la copa ideal, aquella que con su diseño funcional destaque sus cualidades originales.

 

«La casa Riedel tiene más de 250 copas diferentes diseñadas en función del tipo de uva del vino o del tipo licor».

 

Riedel es la principal productora de  copas del mundo, y además son los pioneros en identificar que las copas son instrumentos de placer que influyen en la percepción auténtica del vino y sin distorsiones.  En sus dos fábricas en Austria elaboran las copas de forma artesanal, a mano, como la bella línea Fatto a Mano, donde se emplean las técnicas tradicionales venecianas de soplado.

Su filosofía está basada en el tema de la Bauhaus austriaca, que considera que la forma es consecuencia de la función. Por eso tienen más de 250 copas diferentes diseñadas en función del tipo de uva del vino o del tipo licor, con formas que pasan desde el alto diseño de flauta para copa de champagne, hasta la de tequila, creada por sus artistas y el apoyo de los tequileros y Deby Beard para descubrir la esencia verdadera de la bebida insignia de México.

Las copas son instrumentos del placer que acentúan la armonía entre aroma, gusto y la vista. Sus diseños delicados de cristal fino, liso y transparente se lleva la perfección del conocimiento transmitido desde hace diez generaciones. No son diseñadas a capricho de un dibujante sobre una mesa, sino en conjunto con enólogos, sommeliers y vitivinicultores, obteniendo las opiniones de cada experto de las principales regiones del mundo.

A los vinos los amamos por el placer que nos generan, y por eso desde hace más de 250 años Riedel ha investigado meticulosamente la anatomía humana, y el proceso que existe detrás de la producción de una botella de vino. Aunque son creadas por el hombre, siguen los mismos patrones de perfección que encontramos en la naturaleza.

GALERIA

Durante el placer sensual de tomar vino se activan los receptores gustativos, aunado a las sensaciones olfativas que encantan y seducen. Sus formas están diseñadas para que los aromas queden atrapados en el espacio y se perciban con cada sorbo, así, dependiendo del líquido que se cate será el tamaño y la forma del globo, para que no se dispersen los aromas y ni queden atrapados.

Su delicadeza permite escuchar su canto sonoro y especial, así como admirar las tonalidades del vino. Pero no todo son copas, también hay hermosos decantadores para oxigenar al vino y transformar el acto de beberlo en un momento de buen gusto. Al decantar, inicia el proceso de seducción en el que el vino coquetea con sus tonos rojos y destellos morados, permite que aflore el bouquet elegante y expresión frutal, y además es importante para que no quede ningún rastro de sedimento que robe protagonismo al vino cuando se sirva en la copa.

Algunas de las colecciones para convertirnos en catadores son Sommelier, Fatto a Mano, Vitis,  Veritas, Vinum, Bar, Swirl, O-Riedel, además de decantadores de formas fantásticas y caprichosas.

 

W. riedel.com

«Riedel es la principal productora de  copas del mundo, y además son los pioneros en identificar que las copas son instrumentos de placer que influyen en la percepción auténtica del vino y sin distorsiones».

APASIONADA DEL BUEN VIVIR