Laguardia, Historia y Vino Unidos

El pasado mes de enero, visité la ciudad de Laguardia, al sur de la Rioja Alavesa. Solo pude estar un día, y estoy seguro que ha sido uno de esos días que más he disfrutado. 

Laguardia se encuentra a tan solo 18 kilómetros de Logroño y a 357 kilómetros de Madrid. Se encuentra en una zona muy alta, desde donde se puede dominar todo el valle de la Rioja Alavesa y la Rioja Alta, y desde ahí se pueden ver pueblos y ciudades como Logroño, Fuenmayor, Lapuebla de Labarca, Elciego, Cenicero, Baños de Ebro, Leza, Nájera, Navaridas, Samaniego, San Asensio, Briones… por lo que vale mucho la pena hacer la primer parada ahí. 

Laguardia es una ciudad con aires medievales de calles empedradas, edificios antiguos y algunas fachadas originales. Se trata de un asentamiento pre-romano celtibérico del siglo XII a.C. Aproximadamente para el año 1164, el rey Sancho VI “El Sabio” ordenó que se levantara una muralla que rodeara la ciudad. En la actualidad, aunque la muralla ya no tiene la altura original, conserva sus cinco puertas por las que puedes acceder solo a pie: Páganos, San Juan, Carnicerías, Mercadal y Santa Engracia

Actualmente ya no se elaboran grandes cantidades de vino debido a que el subsuelo de la ciudad es todo un entramado de túneles que hacen que las calles sean frágiles y no permiten que se muevan grandes cantidades de peso. 

La historia de Laguardia es larga, por sus calles y sus murallas han pasado muchas cosas y se fue reinventando de acuerdo a lo que pasaba en la época. En 1920 se inauguró el Hospital de San Raimundo lo que le representó convertirse en centro de salud por excelencia de las ciudades más próximas del País Vasco. Hoy en día el edificio está destinado a la enseñanza secundaria y profesional.

Los túneles que conectan a toda la ciudad por debajo se construyeron durante la época medieval para que la gente se escondiera y se pudiera proteger de los constantes ataques que sufría la ciudad. Estos túneles también sirvieron para un fin semejante durante la Guerra Civil Española (1936-1939). 

Hoy en día, muchos de los tuneles se han tapiado para dividir las bodegas que están presentes ahí. Muchas de estas bodegas han abierto grandes edificios en los alrrededores de Laguardia para poder hacer una producción mayor, dejando abiertas algunas de las originales para producir sus vinos más preciados y de edición limitada. Debajo, en los túneles ahora bodegas, se hace la guarda de estos maravillosos caldos ya que la temperatura, humedad y oscuridad son óptimas para que el vino descanse tranquilamente en sus botellas el tiempo que sea necesario.  

Como comentaba al inicio del texto, si no tienes mucho tiempo, Laguardia la puedes recorrer en un día, aunque también es verdad que en tan poco tiempo, apenas estaríamos empezando a tomarle el gusto. Cada punto de de la ciudad merece dedicarle un rato, pero como eso es un poco difícil de hacer, aquí les dejo algunos de los mejores lugares:

• El monumento al Viajero.

• La Casa de la Primicia, del siglo XIV, el edificio civil más antiguo de la villa y bodega de vinos. 

• Bodega Carlos San Pedro de Viñaspre.

• Bodega El Fabuslista

• Y para reponer fuerza, comer un pan recien hecho de la panadería Torres en pleno centro de la ciudad. 

En resumen, una visita altamente recomendada. ¡Buen Viaje!

Oficina de Turismo

D. Calle Mayor, 52 (Casa Garcetas), 01300 Laguardia
T. 34.945.600.845
M. turismo@laguardia-alava.com
W. laguardia-alava.com

APASIONADO DEL BUEN VIVIR